Invertir en imaginación: la nueva propuesta de GE para reducir impactos en el medio ambiente

Si uno piensa en medio ambiente, es probable que lo último que pase por nuestra mente sea “invertir”. Y sin embargo, poco se puede hacer para reducir los impactos al medio ambiente sin inversión monetaria. Se trata de invertir en algo que no suele tener valor en especie: invertir en imaginación.

GE ha decidido apostar por ambas y el resultado lleva el nombre de Ecomagination. El objetivo de la estrategia de GE, es invertir en tecnologías más limpias y desarrollar soluciones que permitan contribuir a la reducción de contaminación ambiental.

GE

En el sector de energía, Ecomagination es más que imaginación pura. Es también un escenario con objetivos puntuales: en el año 2020, la compañía habrá invertido 10 mil millones de dólares en tecnologías limpias que aumenten la productividad y reduzcan el impacto del medioambiente; habrá reducido su uso del agua en 20%, comparado con el del 2011 y el 20% en la emisión de gases de efecto invernadero.

Quizás la clave más importante de la estrategia de GE para el sector energético del mundo y, especialmente de América Latina, está en la diversificación.

“Muchos de nuestros países en Latinoamérica comparten el problema de que dependen de una sola tecnología. Por ejemplo, si dependen de la tecnología hídrica de gran escala, pueden tener problemas cuando hay fenómenos ambientales como El Niño que se ha llevado las lluvias por muchos días”, explica Felipe Degamboa, Gerente Comercial Senior de GE Colombia y Vocal Principal de la Junta Directiva de Ser-Colombia.

“Si tenemos todos los huevos en una sola canasta, tenemos el riesgo de perderlos si en algún momento la canasta se rompe”, dice Degamboa. Por ello, en la medida en que los países tengan otras fuentes de energía renovables dentro de su matriz de generación energética, tendrán también menos riesgos de perder su suministro energético.

Por mucho tiempo, sin embargo, se había tenido la idea de que la diversificación en renovables implicaría subsidios masivos. Poco a poco, se derrumba esa creencia. “Las energías renovables hoy en día tienen costos similares a las energía no renovables, y por lo tanto es muy importante que formen parte de la matriz energética de cualquier país para que tenga una matriz más diversa, más segura y más barata”, explica Degamboa. De hecho, las nuevas tecnologías han hecho que los subsidios por parte del gobierno sean cada vez menos necesarios. “Lo que sí se necesita son señales regulatorias que incentiven el uso de renovables”.

Hay algunos ejemplos en América Latina de que esto es posible. GE ha instalado en Brasil 1500 torres de generación eólica de 2MV, cada una; Chile ya tiene instalaciones para generar energía eólica, solar y geotérmica. Uruguay, Costa Rica y República Dominicana también cuentan con instalaciones comerciales de energía eólica. En Colombia, hay algunos pilotos experimentales para generar energía geotérmica por su potencial en zonas volcánicas. “Son buenos pasos –dice Degamboa- pero todavía falta un buen camino por recorrer”.

De acuerdo con el especialista, para que estos proyectos existan, también ha habido una buena dotación de imaginación en ideas para impulsarlas. Brasil, por ejemplo, empezó por hacer subastas por cada tecnología con el fin de darles un primer impulso. También se les han permitido a estas nuevas tecnologías hacer contratos de suministro de energía a largo plazo, a 20 o 25 años. Así, estos proyectos pueden ser financiados por bancos que buscan un buen plazo de remuneración para su inversión.

renovables

Tanto en incentivos como en decisiones, cada país debe tener su propio camino. “Un país robustece al tener una matriz energética diversa con un buen contenido de renovables y no renovables. No tiene que ser 100% de uno o de otro. Tiene que ser un sano equilibrio entre fuentes convencionales renovables, como la hídrica, no convencionales renovables como la eólica o la solar, y otras fuentes térmicas como el gas y el carbón.

Y cada país, dependiendo de sus circunstancias, tiene que buscar su mejor matriz energética. La buena noticia es que nosotros en GE tenemos tecnologías para todas las energías renovables”, dice Degamboa.

Hay buenas razones para celebrar el Día Internacional del Medio Ambiente en el sector energético. No sólo por la promesa latinoamericana de tener cada vez más matrices energéticas diversificadas y por la creciente imaginación para proponer incentivos que las impulsen, sino también porque en ese camino, en cada paso energético que quiera dar cualquier país, estará la tecnología y el compromiso de GE para generar más energía… a menor costo medioambiental.

Además de la diversificación de la matriz energética, GE también contribuye y desarrolla innovación para mejorar la eficiencia energética al largo de toda la cadena de valor del sector. (Fuente: GR: Reports Latinoamérica)

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