Cunde rumor de que Trump recortará incentivos para proyectos de energía solar

El sector fotovoltaico en Estados Unidos espera que el nuevo presidente, Donald Trump, no elimine ni recorte los incentivos federales que actualmente disfrutan los proyectos de energía solar en el país. Ya el miércoles inmediato a los resultados electorales, Glencore Plc, el mayor operador de carbón, subió más del 7 por ciento en el Mercado de Valores estadounidense mientras que Vestas Wind Systems, el mayor fabricante de turbinas eólicas, cayó hasta un 13 por ciento.

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El Congreso de los Estados Unidos aprobó el año pasado la prolongación del crédito fiscal un 30% a proyectos solares con la previsión de disminuirlo paulatinamente hasta un 26% en 2020, un 22% en 2021 y un 10% en 2022. Nada más conocerse la victoria de Donal Trump en las elecciones presidenciales el eco sobre la incertidumbre de que estos incentivos renovables puedan ser recortados o eliminados no se ha hecho esperar en la prensa digital norteamericana.

Al respecto, el diario local buffalonews.com, ciudad en la que SolarCity está construyendo una importante fábrica de paneles solares que creará cientos de puestos de trabajo, cita un informe de S&P Global Platts en el que se afirma que los posibles esfuerzos de Trump para poner fin a los incentivos para el desarrollo de energía alternativa impulsarían la demanda a corto plazo de combustibles fósiles y que un recorte potencial de estos créditos fiscales del 30 al 10 por ciento reducirían la demanda de instalaciones solares en un 60 por ciento.

Sin embargo, hay otros puntos de vista más optimistas, Barry Cinnamon, presidente de Cinnamon Solar, compañía solar de Silicon Valley ha dicho en unas declaraciones recogidas por el periódico sandiegouniontribune.com: “Muchos de mis amigos están colgados y desilusionados, pero he estado en la industria solar desde hace mucho tiempo y he visto que las administraciones republicanas hacen cosas muy buenas por las energías renovables y la industria solar“.

Por su parte, el presidente de Asociación estadounidense de Industrias de Energía Solar, SEIA, Tom Kimbis, publicó una breve nota el miércoles  felicitando a Donald Trump por su victoria, recordándole que el sector ha creado miles  de puestos de trabajo en el país y ha movido miles de millones de inversión y asegurando que va a seguir innovando y generando energía limpia, competitiva, accesible y segura para todos los americanos.

La eólica también ha reaccionado. Para ella, el Congreso aprobó el año pasado asimismo una prolongación del crédito fiscal, pero en su caso de 2,3 céntimos por kWh generado y sólo hasta el 2020. La Asociación Americana de Energía Eólica, AWEA, el mismo miércoles, emitió un comunicado ofreciéndose a colaborar con Donald Trump para que la energía eólica siga siendo un sector dinámico de la economía estadounidense.

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De momento, la agencia de noticias Bloomberg, ha advertido que ya el mismo miércoles la noticia de los resultados electorales se hicieron notar en el Mercado de Valores de Estados Unidos: Glencore Plc, el mayor operador de carbón, subió más del 7 por ciento mientras que Vestas Wind Systems, el mayor fabricante de turbinas eólicas, cayó hasta un 13 por ciento.

La incertidumbre es lógica si se recuerdan algunas de las referencias a sus planes energéticos durante la campaña o al Acuerdo de París y el cambio climático. Por ejemplo, dijo Trump en Pittsburgh, Pennsylvania, durante el mes de septiembre: “América está situada en una tierra que es un tesoro energético sin explotar: unos cincuenta billones de dólares en reservas de petróleo y de gas natural en tierras federales, además de cientos de años de reservas de carbón. Todo ello juega a favor del país: más puestos de trabajo, más ingresos, salarios más altos y precios de la energía más bajos. Voy a acabar con las restricciones a la energía estadounidense y a permitir que nuestras comunidades se beneficien de nuestra riqueza“.

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