Shell dice que no basta con reducir las emisiones de carbono; hay que “aspirarlo”

La empresa de hidrocarburos anglo-holandesa Shell considera que no basta con reducir las emisiones, por lo que convendría incluso extraer los contaminantes de la atmósfera y sugiere que la captura y almacenamiento de carbono debe superar a las emisiones globales.

Reducir las emisiones no será suficiente para evitar que el planeta se caliente más de 2 grados Celsius: para lograr ese objetivo, según Royal Dutch Shell Plc, será necesario extraer dióxido de carbono de la atmósfera.

Un informe de Shell describe un mundo lamentablemente mal preparado para cumplir con las metas establecidas en el Acuerdo Climático de París.

Dicho acuerdo, firmado en 2015 por 190 países, establecía un plan de acción mundial para limitar a 1.5 grados el aumento de la temperatura global. Esto además de la actualización del acuerdo cada cinco años para que los países presenten metas para reducir las emisiones de CO2.

Según informó en su boletín anual la Organización Meteorológica Mundial, en 2016 la contaminación atmosférica por CO2 alcanzó las 403.3 partes por millón (ppm), nivel más alto luego que en 2015 la concentración llegó a 400 ppm.

Shell dice que para 2060, la captura y el almacenamiento de carbono debe superar las emisiones globales a medida que la compañía establece un rumbo para los niveles de contaminación preindustrial. Durante décadas después, dichas instalaciones necesitarían trabajar a un ritmo vertiginoso para inhalar el dióxido de carbono arrojado por generaciones anteriores.

Esto choca con la realidad actual en la que la tecnología de captura y almacenamiento de carbono es un fracaso comercial, con menos de 50 proyectos activos en comparación con los 10 mil necesarios bajo uno de los escenarios de Shell para lograr la seguridad climática.

Mientras que Shell dice que el informe no es un llamado a las armas, sino simplemente un análisis de lo que se requiere para cumplir con los objetivos climáticos, sigue siendo una afirmación sólida para una empresa que depende de los combustibles fósiles. La petrolera espera que un modelo de escenario tan agresivo demuestre la necesidad urgente de un precio para el carbono.

Junto con sus pares, Shell ha propuesto cobrar por las emisiones de carbono como una forma de fomentar el tipo de progreso modelado en su informe. Las sanciones financieras por contaminación también mejorarían la economía de los proyectos de captura y almacenamiento de carbono.

Con muchos proyectos de captura de carbono que dependen de inyectar el fluido en el suelo, es una línea de negocio natural para una empresa con experiencia en perforación y geología, y Shell ya cuenta con tales instalaciones en al menos tres países.

A continuación apreciarán un video generado por un modelo computarizado de alta resolución del NASA’s Goddard Space Flight Center que muestra dónde se genera el CO2 y cómo este gas viaja por la atmósfera:

El CO2 se representa en una escala de colores del azul al púrpura (abajo a la derecha) y como podemos ver, se genera en el hemisferio Norte, con tres focos principales: EEUU, Europa y China. En primavera y verano en el hemisferio Norte, las plantas absorben una buena parte del CO2 para la fotosíntesis. Lo podemos ver en el modelo como los colores color rojo y púrpura (máxima concentración) se desvanecen hacia el amarillo y azul a medida que el gas circula de finales de mayo a septiembre.
Pero al avanzar el otoño, cuando la fotosíntesis decrece, el CO2 comienza a acumularse de nuevo.

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