Primax y Pecsa negocian operación de compra-venta por un monto cercano a US$350 millones

La cadena de estaciones de combustibles Primax, propiedad del consorcio Grupo Romero, ya habría llegado a un acuerdo para adquirir a su contraparte Pecsa en una operación de compra valorada en US$350 millones.

A tenor de fuentes confiables estrechamente ligadas a la operación de compra-venta la adquisición ya sería un hecho consumado y en las siguientes horas se dará a conocer de manera oficial al mercado peruano.

Pecsa, se sabe, es una importante cadena de estaciones de combustibles (en Perú se conocen como Grifos) constituida por 400 puntos de expendio de gasolina y de gas licuado de petróleo. Posee también intereses en el futuro terminal de combustibles de Mollendo (Arequipa), que planea construir a través del holding Monteazul (49% de su propiedad y 51% de Distribución del Pacífico), pero que no forman parte del convenio suscrito.

Aunque una fuente cercana al proceso de venta señaló que la construcción de dicho terminal sería financiada finalmente por el Grupo Romero, conservando la asociación con Monteazul, lo que posibilitaría que Primax incursione en el negocio de importación de combustibles.

En una escueta declaración Pedro Martínez, presidente de Pecsa, alcanzó a decir que “esta semana podríamos tener algo claro. Mientras tanto, evaluamos”.

Si la compra de Pecsa se confirma en los próximos días, Primax pasaría a convertirse en la cadena de expendio de combustibles más grande del país, ya que sumaría 1.100 puntos: 700 suyos y 400 de Pecsa, con lo que duplicará el negocio de su más cercano competidor, Repsol.

César Bedón, docente de la UPC, opina que esta es una señal positiva para el sector, pues demuestra que se pueden generar más inversiones orientadas a mejorar las actividades de comercialización y distribución de combustibles.

“De confirmarse la noticia, esta Primax relanzada será la cadena más grande y moderna y su impacto será importante en el sector. Por ejemplo, tendrá una mejor posición de negociación para conseguir mejores precios y condiciones por parte de los dos grandes abastecedores de combustibles: Petro-Perú y Relapasa”, anota.

Empresarios vinculados al negocio de combustibles estiman que la valorización obtenida por Pecsa (US$350 millones o 17 veces su Ebitda proyectado) sienta un interesante precedente para ulteriores fusiones y adquisiciones en el sector.

“La compra de Pecsa abre posibilidades para todos. Por ejemplo, permite valorizar mejor los activos de quienes que hemos crecido, pese a la crisis”, señala.

Pero, ¿cuál es el horizonte que se abre para Primax? Conocedores del mercado se atreven a señalar que la compra de Pecsa es importante para Primax porque le permitirá sumar “grifos estratégicamente ubicados” en la metrópoli, es decir, en los puntos con mayor afluencia de público.

Pero no solo eso. La adquisición también le brindará la posibilidad de operar un negocio bien constituido de comercialización de GLP, que actualmente no posee.

Primax no tiene una línea de negocio de GLP desarrollada al nivel de Pecsa. Esta tiene una línea de marca con presencia nacional, plantas nuevas e inversión en cilindros que le faltan a Primax.

Así las cosas el Grupo Romero incursionará en el negocio de importación de combustibles en asociación con Monteazul (49% de Pecsa), y probablemente en el futuro se integraría al rubro del midstream (transporte y almacenamiento de productos crudos o refinados), obteniendo mejores condiciones para administrar su emporio.

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