El petróleo Texas acaba de rebasar los 45 dólares por barril, lo que no sucedía desde el pasado mes de diciembre. El oro negro se recupera con paso firme y a medida que los inventarios en Estados Unidos se van reduciendo, una evolución completamente inesperada hace dos semanas, cuando fracasó la reunión de Doha que pretendía congelar la producción a los niveles de enero.
Lo cierto es que, sin el acuerdo firmado, el crudo ha seguido recuperándose, lo que sugiere que los inversores esperan que el mercado tienda hacia la estabilización. En un reciente informe, el Banco Mundial ha elevado sus previsiones para los precios del petróleo este año, proyectando no solo que la demanda aumentará este año, sino que los recortes de producción serán más intensos a partir de la segunda mitad del año.
No obstante, Arabia Saudí también dio señales poco alentadoras al mercado al haber efectuado varias ventas a una refinería china. Los saudíes buscan generalmente asegurarse contratos de largo plazo como forma de cuidar su porción del voraz mercado asiático.
Con todo, los expertos están muy centrados en la estabilización del mercado. De hecho, la «reducción de los suministros es una señal de que este enorme exceso de oferta comienza a disminuir», dice Phil Flynn, analista de Price Futures Group. Según este experto, se están viendo más recortes en inversiones y gastos de capital, que servirán para «incrementar la oferta, mientras la demanda en Estados Unidos está aumentando».