La refinería Cienfuegos está operando como una entidad enteramente cubana desde agosto de este año, luego de que la isla cobrara una deuda por “servicios profesionales” a Venezuela, equivalente al valor de la mitad del centro procesador.
“Desde agosto del 2017 la Refinería de Petróleo de Cienfuegos opera como entidad estatal plenamente cubana, bajo la égida de la Unión Cuba-Petróleo (Cupet)”, dijo el diario oficial de Cuba, Granma en una nota sobre el funcionamiento de la planta recuperada gracias a la inversión venezolana.
El periódico no explica las razones, pero una fuente reveló a la agencia de noticias Reuters que Cuba tomó el 49% venezolano como pago de una deuda por “servicios profesionales y alquiler de tanqueros”. Ni Pdvsa ni Cupet se han pronunciado sobre el tema.
Granma reseña que la refinería fue el primer proyecto de la ALBA en Cuba y que ha procesado más de 150 millones de barriles de petróleo en sus diez años de labor, tras su reapertura por los presidentes de Cuba, Raúl Castro Ruz, y de Venezuela, Hugo Chávez, el 21 de diciembre del 2007.
La refinería tiene una capacidad de procesar 150.000 barriles diarios de crudo. Según el sitio web de Pdvsa, el objetivo del proyecto era “desarrollar un polo energético en la República de Cuba mediante el aumento de la capacidad de refinación para la obtención de productos terminados de alta calidad, utilizando esquemas de conversión profunda y generando insumos para el desarrollo de la industria petroquímica”.
La refinería de Cienfuegos se terminó de construir en 1990 en colaboración con la extinta Unión Soviética, pero fue paralizada un año después por su alto consumo de combustible, en momentos en que Cuba pasó por el llamado “Periodo Especial”, debido a la caída de la URSS y el comienzo del fin de la Guerra Fría.
