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OSINERGMIN es culpable de no inversiones en hidroelectricidad

(Miércoles 05 de marzo de 2014).- El Perú no está enviando las señales económicas apropiadas a los inversionistas privados para la construcción de centrales hidroeléctricas, e inclusive PROINVERSION –a juicio de los entendidos- no sería el interlocutor válido para incentivar este segmento de mercado que se encuentra "congelado" desde el 2010 cuando entró en operaciones la última hidroeléctrica construida en nuestro país: "El Platanal".

Especialistas como Antonio Laub, socio del Estudio de abogados Laub & Quijandría, se muestran críticos ante este panorama y reclama un cambio de política energética para que los inversionistas privados de motu proprio construyan complejos hidroeléctricos.

A su criterio el primer paso es dejar a precio de mercado los costos de la energía y no esperar a que Proinversión fije los precios, pues al hacerlo "desincentiva la inversión espontánea".

"Después de "El Platanal" ninguna otra hidroeléctrica se ha hecho con mecanismos competitivos", refiere Laub al tiempo que recuerda que la legislación desregulatoria de 1992 que dio origen a grandes proyectos no existe más.

Enfila sus críticas a este respecto contra el Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Energía y Minería, OSINERGMIN, porque es quien tiene que proporcionar las explicaciones y las razones sobre porqué hoy el Perú cuenta con un tipo de precio para el mercado libre y otro diferente para el mercado regulado.

"¿Qué pasó?"; ¿Qué sucedió? "¿Por qué hoy la única fórmula motivadora de la inversión privada para nuevas centrales hidroeléctricas es solamente a través de concursos?, se interroga a sí mismo Laub.

Clama por un cambio radical donde los inversionistas no tengan que estar preguntándose si entrar a invertir o no, cuando pende sobre ellos PROINVERSION y sus tarifas reguladas.

A este ritmo, Laub pronostica que Perú podría volver a vivir las amargas experiencias de antes de 1992, cuando el 48% de la población era atendida solamente un tercio del día, o sea 8 horas diarias.

En cambio cuando Perú sí envió las señales económicas adecuadas dejó de ser un país deficitario de energía y pasó a tener un excedente de hasta 50% en el año 1998.

"Lo que sucedió en aquel entonces fue que el Perú liberalizó el mercado, sinceró tarifas, envió las señales económicas adecuadas y con ello conseguimos la atención de los inversionistas", reseñó.

"A partir del 98 nos dormimos", añade, y carga mucho de culpa hacia el mercado del gas natural de Camisea que –en tanto se desarrollaba- bloqueó todos los proyectos hidroeléctricos.

Laub insistió que es OSINERGMIN quien debe dar al país todas las explicaciones sobre las taras que adolece hoy el aletargado mercado de la inversión hidroeléctrica y dejar de escudarse en PROINVERSION quien hoy es el que le "está salvando la ropa que está en el tendedero".

Así las cosas PROINVERSION poco o nada tiene que hacer en este sector que demanda millonarias inversiones. ¿Quién es Proinversión?, remató Laub. (Teo Flores Llontop).



 


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